sábado, 14 de diciembre de 2013

No me sueltes la mano.

Siempre existe en el mundo una persona que espera a otra, (...). Y cuando estas personas se cruzan y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro pierde su importancia por completo, y sólo existe aquel momento y aquella certeza increíble de que todas las cosas bajo el sol fueron escritas por la misma Mano. La Mano que despierta el Amor, y que hizo un alma gemela para cada persona que trabaja, descansa y busca tesoros bajo el sol. Porque sin esto no habría ningún sentido para los sueños de la raza humana...


¿Dónde está mi otra parte? Hay días en que no deseo otra cosa que alcanzar el punto exacto en el que mi cabeza y mi corazón se hagan amigos, se den la mano y caminen juntos por el resto de mi vida. Días como hoy... en los que aunque no fueran domingo, no dejan de parecerse a uno siquiera por una milésima de segundo. Días en que el carrousel no deja de dar vueltas ni cambia su canción, haciendo que por momentos se sienta insoportable el caminar. ¿Cómo algo tan lindo, tan maravilloso, puede robarte lágrimas de tristeza al punto de sentir que con la última gota se fue el último pedacito de alma? 

Queda tanto por andar y es tan grande el cansancio que todas las ganas del universo parecieran salir a correr como autitos chocadores hasta estropearse, y bajar la guardia.

¡Avanti morocha! "No tires la toalla que hasta los más mancos la siguen remando"

 - Algún día, en algún lugar... para toda la vida. -

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